Fenómenos meteorológicos extremos
América Latina está siendo azotada por las repercusiones del cambio climático. Los fenómenos extremos como las abundantes precipitaciones, megasequías, olas de calor intenso, una deforestación masiva o un deshielo demasiado rápido de los glaciares, llevan a una situación preocupante que exige una concienciación global acompañada de acciones significativas. El informe titulado Estado del clima en América Latina y el Caribe 2021 elaborado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) revela que las tasas de deforestación en 2021 han sido las más elevadas de que se tiene constancia desde 2009, que los glaciares andinos han perdido más del 30 % de su superficie en menos de 50 años y que la megasequía chilena entra en su decimotercer año consecutivo, convirtiéndose en la más larga registrada desde al menos hace 1000 años.[1] Son cifras alarmantes, y las consecuencias ya son visibles: infraestructuras dañadas, desplazamiento de la población, pérdida de vidas humanas, un descenso del 2,6 % en la cosecha de cereales en el período 2020-2021 en la región en comparación con la temporada anterior. Las precipitaciones extremas de 2021 en el noroeste de Brasil provocaron corrimientos de tierras que se cobraron centenares de vidas, destruyeron decenas de miles de hogares y desplazaron a cientos de miles de personas. Se calcula que los daños económicos asociados a estos fenómenos en Brasil ascienden a 3100 millones de dólares.[2]
[1]https://public.wmo.int/fr/medias/communiqu%C3%A9s-de-presse/un-nouveau-rapport-r%C3%A9v%C3%A8le-les-impacts-du-changement-climatique-et-des
[2]https://public.wmo.int/fr/medias/communiqu%C3%A9s-de-presse/publication-du-rapport-de-l%E2%80%99omm-sur-l%E2%80%99%C3%A9tat-du-climat-en-am%C3%A9rique-latine
La población: la primera víctima
Las primeras víctimas del cambio climático siguen siendo las poblaciones que se encuentran en una situación humanitaria crítica. El agotamiento de los recursos es un factor agravante. En 2020, de una población de aproximadamente 590 millones de habitantes, 209 vivían en la pobreza. Además de las repercusiones de la COVID-19, el 88 % de las 175 catástrofes registradas por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción de las Catástrofes durante el período 2020-2022 fueron el resultado de fenómenos meteorológicos. Fueron la causa del 40 % de las muertes. Las poblaciones de Guatemala, El Salvador y Nicaragua se vieron sumidas en una situación de inseguridad alimentaria sin precedentes tras el paso de los huracanes Eta e Iota a finales de 2020. En 2021, el 25,5 % de la población de estos tres estados carecía de alimentos a diario. Ahora, la puesta en marcha de medidas para la sostenibilidad ambiental y la gestión del riesgo de catástrofes es vital.
Entre ellos se encuentran las soluciones de inteligencia. La Policía Federal de Brasil, al igual que algunas policías civiles (equivalentes a la policía judicial en Francia) de los Estados de São Paulo o de Río de Janeiro, necesitan adaptarse continuamente a las respuestas de las organizaciones criminales. Por eso, las fuerzas de seguridad se interesan por las soluciones COMINT, OSINT o digitales.
El programa SISFRON (Sistema Integrado de Supervisión de las Fronteras), diseñado para asegurar la vigilancia de los 16 000 km de fronteras terrestres de Brasil, usa recursos digitales, espaciales y de guerra electrónica para controlar los flujos ilegales entre el territorio de Brasil y sus vecinos. Sin embargo, el ambicioso proyecto solo ha recibido 2000 millones de reales de los 12 000 que necesita de financiación, debido a la falta de apoyo en el Senado federal.[3]
El Mando Aéreo de la Policía Militar de São Paulo (CAvPM) ha manifestado su interés a medio plazo en trajes, cascos, cabrestantes y equipos de rescate y, a más largo plazo, en un globo optrónico y herramientas de control para el mantenimiento de helicópteros.
[3] « Monitoramento de fronteiras ainda é frágil por falta de verbas, aponta debate », Senado Noticias, 4 July 2019.
El papel de unas ciudades más seguras e inteligentes
La actuación de las ciudades es tanto más fundamental cuanto que son responsables del 6 % del consumo de energía, del 70 % de las emisiones de gases de efecto invernadero y del 70 % de la generación de residuos. Por ello, la Organización Mundial de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) recomienda reforzar la iniciativa «Ciudades de convivencia y paz», con el objetivo de reducir los índices de delincuencia y favorecer la convivencia y la inclusión social en las ciudades de la región. Además de la gestión de emergencias y la resiliencia tras los daños causados por las catástrofes, la CGLU invita a hacer una mayor inversión en desarrollo urbano para crear ciudades inteligentes.[1] Ante el continuo flujo de ciudadanos latinoamericanos —se espera que de aquí a 2050 el 85 % de la población latinoamericana viva en estos centros urbanos — y los consiguientes problemas (transporte, residuos, energía, inseguridad, etc.), muchas ciudades del continente han dado un giro para convertirse en ciudades inteligentes y seguras (smart and safe city) en los últimos veinte años: creación del Ministerio de Modernización de la Ciudad en 2011 en Buenos Aires, llegada de Bogotá y Montevideo al ranking mundial de las diez ciudades más inteligentes en 2015 , descenso en un 56 % de la delincuencia en Ciudad de México gracias a la colaboración con Thales, instalación de más de 1800 cámaras de videovigilancia en Vicente López, una ciudad de 24 000 habitantes (a modo de comparación, París tiene el doble de cámaras pero para 2 millones de habitantes),o la espectacular transformación de Medellín. La ciudad, considerada durante mucho tiempo como una de las más elicados en términos de seguridad, ha cambiado hasta el punto de ser reconocida como la «ciudad más innovadora» por el Wall Street Journal en 2013. En la actualidad es un modelo internacional de resiliencia urbana, que debe su «reconversión» a una pertinente transposición de las bases de una smart city a los de una safe city: mejora de los transportes para sacar del aislamiento a las zonas peligrosas (metro ligero), urbanismo social con la creación de centros culturales en barrios desfavorecidos mediante la implicación de los habitantes (como el Parque Explora), y énfasis en la economía del conocimiento con la creación de Ruta N, un vivero de start-up locales y extranjeras. Aunque, al igual que sus homólogas de otras zonas del globo, las safe cities latinoamericanas centran sus esfuerzos en las tecnologías visuales (videovigilancia), su especificidad es una integración importante del sonido, como un valioso complemento e incluso como alternativa a las cámaras o a otros sensores del internet de las cosas. Un ejemplo es la ciudad de Concón, en Chile, que ha instalado una red de cámaras de alta calidad y otros sensores con análisis integrado y altavoces para detectar emergencias y enviar avisos a la población en caso de terremotos y tsunamis, lo que ayuda a las autoridades gestionar las evacuaciones de emergencia con rapidez y eficacia. Del mismo modo, México cuenta con 10 000 altavoces que pueden emitir un aviso de evacuación pregrabado en caso de terremotos graves durante los 30 segundos siguientes al acaecimiento de una crisis. Between now and 2024, Latin America is expected to invest 660 billion dollars[4] in this area.
[4] https://www.uclg.org/sites/default/files/02_fr_cordial_document_dorientation_politique_1.pdf
[5] « Smart City : quels sont les besoins croissants de l’Amérique Latine ? », octobre 2020
ONG implicadas
La protección del medioambientes y las consecuencias que pueden desencadenar las catástrofes naturales para la población han llevado a las ONG internacionales y locales a ocuparse de este tema. Desde hace años se llevan a cabo numerosas iniciativas para mitigar los efectos del cambio climático en las poblaciones. La ONG ActionAid trabaja en proyectos de protección de melocotoneros en Bolivia. Las sequías y las heladas azotan las plantaciones y las cosechas, que cada vez son más escasas, lo que pone en peligro la seguridad alimentaria de muchas familias. La ONG quiere conseguir que los melocotoneros sean más resistentes al cambio climático, para lo que propone una estrategia de cultivo más sostenible. Además, ActionAid también ha restaurado 5000 hectáreas de manglares en El Salvador, una iniciativa casi indispensable por la utilidad de estas plantas que almacenan una importante cantidad de CO2, pero que se encuentran muy amenazadas.
Tecnologías de anticipación
La empresa japonesa Synspective, en colaboración con la Japan International Cooperation Agency, ha desarrollado un proyecto que permite utilizar los satélites de la empresa para analizar los cambios en la superficie terrestre y reducir el riesgo de catástrofes. Los satélites SAR, que pueden cartografiar zonas, incluso de noche o con mal tiempo, han permitido descubrir tres puntos calientes en Guatemala que hasta el momento no habían sido identificados por las autoridades locales. Algunas zonas de América Latina son propensas a los terremotos, como Guatemala, Perú y México. En Guatemala se ha instalado recientemente un nuevo sistema de alerta. Quake Alert es capaz de detectar de manera temprana y notificar automáticamente los seísmos originados en un radio de 360° cuyo epicentro se encuentre incluso a varios cientos de kilómetros del lugar en el que esté instalado el sensor. Desde la instalación del primer sensor, Quake Alert ha detectado y notificado el 100 % de los seísmos de la capital guatemalteca. Perú, México y el resto de países con alto riesgo sísmico podrían inspirarse en esta prometedora tecnología.
Reaccionar en caso de emergencia
La sociedad Zapata ofrece una plataforma autónoma turbopropulsada capaz de evacuar a una persona herida rápidamente, sobre todo si esta se encuentra en una zona de difícil acceso. Los dispositivos de seguridad de esta plataforma le permiten desplazarse por terrenos escarpados, con vientos fuertes y turbulentos. Su capacidad de carga es de 130 kg y alcanza una velocidad de 400 km/h. COMROD France, gracias a su Tactical Communication Tool (TCT), ofrece una planificación dinámica capaz de adaptarse rápidamente a los cambios de las circunstancias operativas, mientras que su sofisticado análisis de la propagación radioeléctrica garantiza una simulación precisa de cada enlace de comunicación. Un potente motor cartográfico admite una amplia gama de formatos geoespaciales, incluidos los mapas vectoriales de carreteras, además de distintos formatos para los mapas de bits y las imágenes de satélite.
Garantizar la subsistencia alimentaria
Technic Export ha desarrollado una panadería móvil de campaña, una solución pensada para responder a las necesidades de las poblaciones en situación de emergencia, independientemente de la geografía y del clima del lugar. Por su parte, Mos Nutrition desarrolla alimentos adaptados a las condiciones extremas, que ya cuentan con la etiqueta «utilizado por el ejército francés». Los productos están diseñados para proporcionar alimento en cualquier momento y lugar. No se derriten, no se congelan, no se desmigajan ni dan sed, y tienen una duración de 18 meses.
Atención de urgencia
Airbus Defence and Space ofrece una cadena médica operativa completa que garantiza la mejor asistencia sanitaria posible en cualquier lugar y en cualquier momento, pensada para las operaciones exteriores (durante conflictos, para misiones humanitarias y de desarrollo, de restablecimiento y de mantenimiento de la paz). Esta solución incluye una serie de soluciones de interconsulta virtual gracias al software Nexus de Acetiam. Permite a los distintos intervinientes intercambiar datos de consultas virtuales e imágenes de diagnóstico médico de forma fiable y segura. De esta manera, CTM evita las evacuaciones médicas innecesarias cuando los recursos sobre el terreno son escasos
«Las muertes y la devastación provocadas por los huracanes Eta e Iota en Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, así como la intensa sequía y la inusual temporada de incendios en la región del Pantanal de Brasil, Bolivia, Paraguay y Argentina, subrayan, una vez más, la necesidad de cooperación regional e internacional, puesto que los peligros derivados de los fenómenos hidrometeorológicos y climáticos no respetan fronteras», declara el responsable de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).