Colombia apunta por primera vez a una política de seguridad centrada en la teoría de la seguridad humana, con el objetivo de anticipar, prevenir y construir una vida digna.
Los cuatro objetivos del gobierno colombiano son proteger la vida, el medio ambiente, la soberanía territorial y fortalecer la fuerza pública abordando temas como la resolución de conflictos, la lucha contra el crimen, la preservación del medio ambiente, la defensa contra ciberataques, la cooperación internacional y la defensa de fronteras.